Radio Freccia

Victoria Sosa Corrales
2 min readSep 12, 2019

--

Radio Freccia es una película italiana de1998 del director y músico Luciano Ligabue. El protagonista es Stefano Accorsi a quien muchos deben haber visto en El último beso (2001).

El personaje de Accorsi (Ivan Benassi o Freccia) es un joven adicto a la heroína que tiene una radio libre con los amigos en plenos años 70.

No me interesa explicar toda la peli, solo me gustaría traducir el monólogo de Freccia, que puede pecar de cursi o de caer en algunos lugares comunes, pero que, aun así, funciona. Y eso es porque contiene varias verdades. A veces el cliché es el lugar de la verdad.

Esto dice Freccia una madrugada de insomnio frente al micrófono, cerrando Radio Raptus.

“Buenas noches. Esto es Radio Raptus y yo soy Benassi, Ivan. Quizás por ahí haya alguien que no duerme. Bueno, aunque estén o no, yo tengo una cosa para decir. Hoy tuve una discusión con un amigo. Él es uno de los buenos: buenos para creer en aquello que le dicen que hay que creer. Él dice que si uno no cree en ciertas cosas, no cree en nada. Bueno, no es verdad. Yo también creo.

Creo en las chilenas de Bonimba y en los riffs de Keith Richards.

Creo en el sonido insistente del timbre del dueño de casa que exige el pago del alquiler cada 1ª de mes.

Creo que cada uno de nosotros se merece tener un padre o una madre que se comporten decentemente con nosotros, al menos hasta que aprendamos a pararnos por nuestra cuenta.

Creo que nunca más habrá un Inter como el de Corso-Mazzola-Suarez, pero quizás haya otros Inter, bellos de una manera distinta.

Creo que no está todo acá, pero antes de creer en otra cosa, es necesario arreglar las cuentas con lo que está acá. Y, entonces, creo que voy a creer tarde o temprano en algún Dios.

Creo que si algún día tengo una familia, va a ser duro tirar con 300 mil liras al mes. Pero creo también que si no me pongo a chupar culos como mi supervisor, difícilmente esto vaya a cambiar.

Creo que tengo un agujero grande adentro. Pero también que el rock, alguna amigovia, el fútbol, alguna satisfacción en el trabajo y las boludeces con los amigos, bueno, cada tanto este agujero me lo llenan.

Creo que las ganas de escapar de una ciudad de 20.000 habitantes no son más que ganas de escapar de vos mismo. Y creo que de vos no podés escaparte ni aunque seas Eddy Merckx.

Creo que no es justo juzgar la vida de los demás. Porque, después de todo, no sabés un carajo de la vida de los demás.

Creo que para creer, en ciertos momentos, hace falta mucha energía. Así que fíjense si cargan un poco sus baterías con esto…

(Comienza a sonar Rebel, Rebel de David Bowie).

Acá el video. Escucharlo, por supuesto, es mucho más lindo que leerlo.

https://www.youtube.com/watch?v=UTRFHykNZJI

--

--